El estado de excepción se renovó el fin de semana a petición del Gobierno. / DEM


Organismos internacionales y locales están en alerta por ataques a defensores de derechos humanos en El Salvador. Los señalamientos del presidente de la República, Nayib Bukele, a organizaciones que cuestionan los métodos del Gobierno ante la pandemia de COVID-19, atentan contra el Estado de Derecho y el diálogo, advierten Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW).

Defensores de derechos humanos locales han sido críticos del estado de excepción, que se prorrogó el fin de semana a través de un nuevo decreto. Detenciones arbitrarias, uso de la fuerza y condiciones en centros de contención han sido denunciadas por Tutela Legal, Cristosal y el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (Idhuca).

También, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) ha tenido alguna postura crítica.

En medio de la discusión debido a la limitación de tres derechos constitucionales –de tránsito, domicilio y reunión– Bukele publicó en su cuenta de Twitter que “hay algunas organizaciones de ‘derechos humanos’ que solo trabajan para lograr que mueran más humanos”.

“Cuando era la delincuencia, pensé que era algo ideológico, pero ahora también están del lado del virus. ¿Qué buscan estas organizaciones?”, criticó el mandatario.

Las organizaciones han dicho que no se oponen ni a la cuarentena domiciliar ni a las restricciones de tránsito, aseguró el exprocurador de Derechos Humanos y miembro de la organización Cristosal, David Morales.

El decreto 593 de emergencia nacional y leyes sanitarias, agrega Morales, permiten que el Gobierno tenga las herramientas necesarias contra la expansión del virus.

“La cuarentena y restricción de tránsito ya se los da la ley; un régimen de excepción puede darse en límites constitucionales. Los derechos humanos son indivisibles, integrales, irrenunciables y universales”, asegura.

Las declaraciones del presidente Bukele causaron rechazo en la organización Human Rights Watch. A través de un tuit, el director ejecutivo de HRW, José Miguel Vivanco, calificó el tuit de “vergonzoso intento por descalificar a organismos de derechos humanos que por décadas luchan –corriendo graves riesgos– por un estado de derecho que intenta destruir”. “Espero que la Unión Europea (UE), Canadá, senadores y congresistas de Estados Unidos tomen nota de este nuevo exabrupto”, añadió.

Por su parte, la directora de Amnistía Internacional para las Américas, Ericka Guevara-Rosas, respondió, por su parte, que “es gracias a las organizaciones de derechos humanos en El Salvador que existen los contrapesos en un país sumido en la violencia, la corrupción y la impunidad”.

“Se equivoca Nayib Bukele en atacarles, que no le guste que le señalen sus errores muestra su incapacidad de diálogo e intolerancia”, agregó la vocera de Amnistía Internacional.