Denuncian que INAMI obligó a hondureños a cruzar ilegalmente a Guatemala

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Foto: AP

Por Tania Aguayo

Elementos del Instituto Nacional de Migración (INAMI) obligan a centroamericanos retornados de Estados Unidos a salir de México a Guatemala de forma clandestina por Tabasco, denunció Ramón Márquez, director de la casa refugio La 72, ubicado en Tenosique, Tabasco.

Márquez explicó a Latinus que se tienen documentados los casos de tres migrantes hondureños que pasaron por esta situación y que estaban con un grupo de al menos 80 personas.

Se trata de una mujer, su hija de 15 años y un hombre que no tiene ninguna relación familiar con ellas, pero que realizó el mismo recorrido.

El viaje paso a paso

De acuerdo con los testimonios recabados por Ramón Márquez, los migrantes comenzaron su travesía en fechas distintas a inicios de marzo. Partieron de Honduras, cruzaron por Guatemala y México, hasta llegar a la frontera con Estados Unidos. El 22 de marzo los tres ingresaron a Texas y la Patrulla Fronteriza los detuvo.

Cuando solicitaron asilo, las autoridades estadounidenses contestaron que los trámites estaban detenidos por la contingencia del COVID-19 e inmediatamente los deportaron a Reynosa, Tamaulipas.

Durante su detención en la Estación Migratoria de Reynosa, a la madre y a su hija les negaron la representación consular y la posibilidad de solicitar refugio en México. Les dijeron que tendrían que hacerlo en el sur del país. Su orden de deportación, firmada el 24 de marzo, indicaba que serían retornadas por la frontera de Talismán, Chiapas.

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Los ciudadanos hondureños relataron a Márquez que esa misma noche salieron de Reynosa dos autobuses rumbo al sur de México, con 80 migrantes aproximadamente. “No guardan distancia por el tema del coronavirus. No hay controles ni filtros sanitarios, directamente los montan en el camión y se los llevan”, señaló el activista.

Después de dos días de camino, no llegaron a Chiapas, sino al puerto fronterizo de El Ceibo, en Tabasco, que no está habilitado para recibir a indocumentados.

Segundo cruce fallido

A decir de Márquez, la madrugada del 26 de marzo elementos del INAMI obligaron a los tres inmigrantes a cruzar de forma ilegal hacia Guatemala, para que continuaran el viaje a su país.

Los dividieron en grupos de 5 o 6 personas para salir cada hora a partir de las 2 de la madrugada. En la mayoría de esos grupos había mujeres con niños y bebés. Así, poco a poco, se dispersó el contingente de cerca de 80 personas enviadas desde Reynosa hasta la frontera de Tabasco con Guatemala.

La mujer, su hija y el hombre que las acompañaba fueron interceptados por el ejército guatemalteco, que los regresó a México. Elementos del INAMI los obligaron a un segundo intento de cruce, que también fracasó. Entonces, los tres optaron por viajar hacia Tenosique, donde se ubica la casa refugio La 72, administrada por una orden de franciscanos. No volvieron a ver a ninguna de las personas que viajaron con ellos desde Reynosa.

Una vez en la casa refugio, la mujer y su hija decidieron interponer una queja ante la CNDH por las irregularidades en las que incurrió el INAMI. También se notificó al consulado de Honduras. El hombre dijo que no quería problemas legales y no levantó ninguna denuncia formal, solo relató su experiencia.

Ramón Marquez, director de La 72, considera que se trata de prácticas abusivas que no solo violan derechos fundamentales, sino también ponen en riesgo la vida e integridad de las personas.

El viernes 27 de marzo, los tres migrantes decidieron permanecer en la casa refugio de La 72, en aislamiento voluntario, para protegerse de un posible contagio del COVID-19. La dos mujeres, madre e hija siguen ahí. El hombre abandonó el lugar el 3 de abril. Informó que regresaría a Honduras.

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